Para variar, la que me amó me odió.
Cerró los ojos claros de verdad
y en la negrura en que su azar me confundió
me aprisionó una cierta oscuridad,
para variar, para variar, para variar.
Para variar, se fue sin despedir.
Cerró la puerta y me quitó la mar,
y me quitó luna y marea sin medir
la más sangrienta luz crepuscular,
para variar, para variar, para variar.
Para variar, la vida me mordió.
Me hizo una torva herida en la razón.
Borró el tatuaje en que un puñal sangró
después de doblegar mi corazón,
para variar, para variar, para variar.
Para variar, no supe qué pasó.
No pude atarla a mi pasión voraz
y se alejó tan rauda como un día llegó
sin dar siquiera una mirada atrás,
tierna y feraz,
dulce y locuaz,
ciega y fugaz.
(Patricio Manns)
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No hacen falta las palabras, es como obvio de que se trata... del gran Pato Manns, uno de los hombres mas impresionantes de este país, no solo por su envidiable talento sino también por esa esencia tan honesta. Esta canción la escuché pa'l Festival de no sé qué año y me parece medio tristona... en realidad no sé por qué la puse.
Para los que piden que publique algo mío deberan tener paciencia: hace un poco menos de un año que no escribo nada que valga la pena mostrar.