Viendo los otros fotologs u otros blogs, me he dado cuenta que... estoy en la "U". Una de las principales metas que tuve desde que era un pendejo de 14 y recién estaba en 1º medio.
Pero más que los profes y todas esas cosas que uno conoce cuando entra a "la gloriosa Escuela de Derecho de la Universidad de Chile" como dice la Consu haciéndose la ebria en la peña del Nano Parra, debo hablar de las personas que he conocido. Yo no cachaba a nadie más que a la Andrea y a la Consu (porque vienen también del CSMC), pero el mechoneo y los dos paseos a Cartagua me permitieron conocer a gente que me hace sentir muy bien y muy cómodo, tanto que me he integrado con una facilidad inaudita en un grupo de gente. El EKIPO y la LOGIA RANCAGUINA, el grito del Vulcano, el joteo de "Papy Tucky" Rompe... (XD!), los abrazos medios guagualones de la Dani, las conversaciones largas y directas con la Pía, las tallas del Hotu, las tallas hardcores con la nunca bien ponderada "VIEJA" (sobre todo con la de Rancagua... si hasta le decimos la "Sakarach"), en fin (sorry si me olvido de alguien) ... han cambiado mi vida totalmente y la han alegrado con su belleza personal, sin dejar de estar ahí cuando lo he necesitado.
El tiempo pasó demasiado rápido para que me diese cuenta, y, más aún, han pasado muchas cosas. Aquí si que se puede decir con propìedad que se ESTUDIA, los profes son sequísimos en lo que hacen y, aunque te dan como caja, te hacen sentir con ganas de sacarte la cresta para seguir aprendiendo; aquí ya no es como en el colegio, donde el que sabía un poco más que el resto se sentía con el derecho a creerse el hoyo del queque: con todo lo que creia saber, soy un verdadero don nadie, lo que me afectó pero a la vez me hizo darme cuenta que para alcanzar lo que quiero no debo dormirme en mis laureles.
Otra cosa es el ambiente: para toda persona que tenga un mediano nivel de conciencia social, yo entré al paraíso, no porque todo sea perfecto sino por las ganas de cambiar las cosas que nos parecen injustas, por ese espíritu romántico y realista a la vez de sentir que se puede cambiar el mundo (... bueno, estoy exagerando) con la propia acción. Claro, nunca faltan aquellos tipos que todo esto les importa una raja porque lo tienen todo (si, hablo del MPL) u otros que, dándoselas de intelectualmente superior al resto lo único que hace es defender lo indefendible, pero la gran mayoría está dispuesta a hacerles frente.
Pero más que los profes y todas esas cosas que uno conoce cuando entra a "la gloriosa Escuela de Derecho de la Universidad de Chile" como dice la Consu haciéndose la ebria en la peña del Nano Parra, debo hablar de las personas que he conocido. Yo no cachaba a nadie más que a la Andrea y a la Consu (porque vienen también del CSMC), pero el mechoneo y los dos paseos a Cartagua me permitieron conocer a gente que me hace sentir muy bien y muy cómodo, tanto que me he integrado con una facilidad inaudita en un grupo de gente. El EKIPO y la LOGIA RANCAGUINA, el grito del Vulcano, el joteo de "Papy Tucky" Rompe... (XD!), los abrazos medios guagualones de la Dani, las conversaciones largas y directas con la Pía, las tallas del Hotu, las tallas hardcores con la nunca bien ponderada "VIEJA" (sobre todo con la de Rancagua... si hasta le decimos la "Sakarach"), en fin (sorry si me olvido de alguien) ... han cambiado mi vida totalmente y la han alegrado con su belleza personal, sin dejar de estar ahí cuando lo he necesitado.