La una y la otra quebradas
1
Seguirás
creyendo en mí cuando me parta, cuando me vuele la cabeza por ti. Tengo
sueño todo el día por tus manos, dilatadas mis pupilas con tus ojos, a
un costado de tu casa abrir mis venas, y vaciar toda mi sangre a tus pies; me desvelo pensando con quién sueñas, el calor del río de la sangre, es poco persistente y doloroso.
2
Que
encuentres tú mi cadáver, que no sea tu madre la bandera ondulada, que
el viento no me lleve sin que me veas tú, porque por ti me hice el
muerto, como un perro, y eso el olvido no merece.
3
Me
recogiera tu mano y me sembrara, al fondo de tu patio y tu ventana, y
me regaras con tu llanto por mí, por mí lloraras día y noche sin parar, y
mi semilla fuera fértil en tus venas, y naciera en ti mi sueño y mi
memoria, y tu sueño fuera yo dentro de ti, el sueño, el cementerio más
hermoso, por nacer regado de tu llanto.
___
Un mes y una semana viviendo bajo el agua. Es hora de comenzar a hablar.
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